Christopher Anspach, de 28 años, sacó 27 libros de la biblioteca local, pero no los devolvió a pesar de que repetidamente le llamaban por teléfono y le enviaban recordatorios por escrito.
Anspach quien trabaja en un lugar de comida rápida admitió el robo a un Tribunal del Distrito y fue condenado a diez días de prisón más una multa de 625 dólares.
Actualmente este irresponsable lector está cumpliendo su condena en la cárcel del condado de Jasper (Georgia), EE.UU.
Fuente: huffingtonpost.com