Un hombre de la localidad sueca de Gotenburgo se encontró con el increíble espectáculo de tener que ayudar a un borracho en problemas: un alce que había quedado atrapado entre las ramas de un manzano tras quedar embriagado por las frutas fermentadas que había comido durante el día.
El hombre llamó a la policía local y pudieron liberar al animal, que después se echó en el pasto hasta que recuperó las fuerzas. El día para el alce comenzó temprano con su adicción a las manzanas fermentadas. “Mi vecina reconoció al alce y dijo que casi lo atropella esta mañana y que ya parecía estar bajo la influencia del alcohol”, relató Johansson.
Al parecer, el problema del alcoholismo en animales no es nuevo en Suecia, donde se los puede ver comiendo frutas podridas y después deambulando por las carreteras.
Fuente: Daily Mai
