Si intentas girar la cabeza hacia atrás, seguramente llegarás a un punto en el que no puedes seguir... por más que lo intentes. Pues bien, en la década de 1920, un médico estadounidense, el profesor Nasher, escribió esta crónica en la edición dominical del New York American:
"Es una notable hazaña acrobática o contorsionista. Notable por su novedad como por el persistente entrenamiento necesario para lograrla. En cualquier hombre ordinario esta hazaña acabaría en la estrangulación o luxación de las vértebras del cuello, con el consiguiente daño a la médula espinal, y probablemente produciría parálisis del cuerpo o incluso la muerte instantánea...... LAURELLO es un enigma científico”
Y es que Martin Laurello tenía la asombrosa capacidad de girar su cabeza 180 grados, hasta apoyar el mentón de la barbilla en su espalda. Era capaz de andar hacia delante mientras miraba hacia atrás; también podía girar su cintura y el pie derecho 180 grados.
Martin Laurello (realmente llamado Martin Emmerling) nació en Nuremberg (Alemania) en 1885. Comenzó a demostrar su extraña habilidad en Europa y en 1921 llegó a EEUU donde actuó en las atracciones de Coney Island.
De allí pasó a los circos Ringling Bros. y Barnum & Bailey´s, y trabajó en los mejores espectáculos de América. Saber cómo era físicamente posible para Martin realizar aquellos virajes de cabeza sigue siendo un misterio para la comunidad científica. Lástima que a nadie se le ocurrió hacerle una radiografía en pleno giro de cabeza...
En el video se lo puede ver en la exposición “Century of progress” de Chicago en 1934. Aparece también Demetrio Ortiz, que era capaz de girar su cintura hasta ponerse en dirección contraria a sus pies.
Lo que sí decía Martin es que aquella extraña habilidad (únicamente igualada en la ficción por la niña de “El exorcista” fue fruto de tres años de duro y persistente entrenamiento.
Fuente: taringa.net