Un grupo de operarios pertenecientes a una empresa constructora de Santiago del Estero hizo un inesperado descubrimiento, cuando vieron que de la tierra removida por una retroexcavadora emergían dos huevos de gran tamaño y en perfecto estado de conservación, aunque con un estado de rigidez que hacen suponer que se trata de piezas que llevan millones de años sepultadas bajo el árido suelo y que pertenecieron a extrañas criaturas que habitaron este territorio.
Se trata de dos huevos, con un tamaño similar a los que ponen los suri, aunque casi de inmediato se descartó esa posibilidad, porque los lugareños más ancianos aseguran que la zona nunca fue habitada por este tipo de aves de gran tamaño.
Los operarios, ante semejante hallazgo, quedaron anonadados, se acercaron con cuidado hasta el lugar y tomaron las dos piezas que se mantenían enteras y en excelente estado de conservación.
Fuente: http://www.elliberal.com.ar