La historia de Guo Feng comienza hace diez años, cuando sus pechos empezaron a crecer sin motivo aparente. Con el tiempo, los pechos del granjero del interior de China tomaron un tamaño tan notorio que tuvo que recurrir a los médicos para que intenten removerlos.
Según Feng, el relieve de su pecho comenzó a cambiar hace una década, cuando el resto de su cuerpo también engordó. Pero así como algunos hombres desarrollan una panza prominente con el paso del tiempo, la sección superior del torso del granjero se volvió más abultada, lo que le dio un aspecto llamativo.
"En los últimos años se volvió insoportable", declaró el hombre a un sitio de noticias chino. Guo Feng explicó que sus pechos le dificultan el trabajo en su granja, por lo que pasó "de hospital en hospital" durante los últimos años, buscando algún médico que encontrara el motivo de su mal.
"Gasté todos mis ahorros en exámenes y pruebas y todavía no estoy cerca de una solución", se quejó el hombre, desilusionado por el tratamiento que recibe. "Es más, ¡ahora mis pechos son más grandes que nunca!", expresó.
Por su parte, el doctor Zhang Lilan, del Hospital de Tórax Jinan, en Pekín, confirmó que no se trataba de un desorden hormonal ni biológico, ya que Feng "es un hombre masculino en todo sentido, salvo por sus pechos".
"Nos preguntamos si habría comido algo venenoso o contaminado, pero no encontramos nada después de examinar su sangre. Su material genético es normal y no es cáncer", descartó el médico. Lilan se limitó a decir que se trataba de "un caso de grasa acumulada", lo que convirtió a Feng en "el hombre con las lolas más grandes de la historia".
Pero este título mundial no conforma al granjero, que tiene que soportar las cargadas de sus vecinos, que pasan por su casa especialmente para hacerle bromas. "A veces pienso que no hacen nada porque me ven como una curiosidad médica", expresó el hombre.